Cuando diseñamos interfaces de usuario, nuestra preocupación se enfoca en crear una interfaz que brinde una experiencia satisfactoria al usuario. Una interfaz que sea “usable”. Y cuando digo “usable” me refiero a un término que cada vez va ganando terreno en la tecnología: la Usabilidad.
La usabilidad no se trata de que la interfaz sea bonita estéticamente, más tiene una base más profunda. Tomando las palabras de Jakob Nielsen, “la usabilidad es un atributo de calidad que determina qué tan sencillas son de utilizar las interfaces de usuario”.
La Usabilidad según la ISO 9241-210
Según la ISO 9241, la usabilidad se define como la medida en la que un producto se puede usar por determinados usuarios para conseguir objetivos específicos con efectividad, eficiencia y satisfacción en un contexto de uso especificado.
De esta definición, resaltemos que las personas que van a utilizar el producto son personas específicas con características y objetivos similares. Además es necesario que estas personas específicas puedan lograr sus objetivos con tres características claves:
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Efectividad.- Se refiere a que el usuario pudo o no completar las tareas para lograr el objetivo
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Eficiencia.- Se refiere al uso de recursos. Por ejemplo, el tiempo utilizado por la persona para lograr las tareas y conseguir el objetivo
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Satisfacción.- se refiere a la percepción del usuario respecto al uso del producto.
Además, estas características deben estar sujetas a un escenario específico de uso del producto. Por ejemplo si el producto es un abre latas, el contexto de uso será el escenario en el cual el usuario tiene como objetivo abrir un enlatado.
Objetivos de la Usabilidad
A parte de la definición de la ISO, otros autores como Norman, indican que para lograr que la interfaz sea usable, la interfaz debe cumplir con los siguientes objetivos de usabilidad:
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Efectividad. - La efectividad se refiere a que si el usuario utilizando la interfaz, es capaz de lograr la tarea para la cual fue diseñada la interfaz. Si diseñamos una interfaz para tomar citas en un hospital, y el usuario, usando la interfaz, no pude agendar la cita, entonces la interfaz no es efectiva. Al contrario, si el usuario puede lograr su objetivo que es agendar la cita, entonces la interfaz es efectiva.
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Eficiencia. - La eficiencia se refiere a los recursos invertidos para realizar las tareas. Por ejemplo, uno de esos recursos es el recurso tiempo. Hablando de nuestra interfaz para agendar citas, si con nuestra interfaz se puede agendar la cita en 1 minuto, en lugar de 5 minutos, como posiblemente lo hacen otras interfaces, nuestra interfaz es eficiente ya que permite lograr la tarea en menos tiempo.
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Seguridad (es seguro usarlo).- La seguridad se refiere que proteger al usuario de condiciones peligrosas o situaciones no deseadas. Por ejemplo, en las máquinas de rayos X, los operadores deberían poder interactuar con computadores que operan remotamente estos equipos, de esta manera le proteges al usuario de la radiación. Otro aspecto de seguridad es también el ayudar al usuario a evitar el peligro derivado de hacer alguna cosa por accidente. Por tanto, la seguridad incluye prevenir al usuario de cometer errores… mediante la reducción del riesgo de aplastar accidentalmente botones o teclas.
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Utilidad. - La utilidad se refiere a la medida en que el sistema proporciona el tipo correcto de funciones o funcionalidad para que los usuarios puedan hacer lo que necesitan o quieran hacer. Por ejemplo, un sistema con alta utilidad es un software de contabilidad que permite a los contadores calcular las declaraciones de impuestos.
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Fácil de aprender. - se refiere a que la interfaz sea intuitiva. ¿Qué es ser intuitivo? Quiere decir que para el usuario es fácil intuir lo que se puede hacer con la interfaz, sin necesidad incluso de un manual.
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Fácil de recordar cómo usarlo. - Esto se refiere a que el usuario no debe requerir su capacidad de memorización. Por ejemplo, si después de un tiempo sin utilizar la interfaz, vuelves a utilizarla, no debe causarte problemas el volver a usar la interfaz. Debes poder utilizar la interfaz sin necesidad de consultar a otras personas. Es decir, utilizar la interfaz debe ser fácil de recordar. Por su puesto, este objetivo está relacionado con el objetivo de Facilidad de aprendizaje. Si una interfaz es fácil de aprender, será fácil de recordar.
Estos objetivos de usabilidad que te he comentado brevemente se convierten en criterios para evaluar la aceptabilidad de un producto. Es muy común ver por ejemplo en los TDRs, que uno de los requerimientos es que el producto, sistema o diseño de interfaz, permita realizar las tareas en el menor tiempo posible, por su puesto, respecto a cómo se está llevando a cabo posiblemente en este momento.